sábado, 27 de junio de 2015

Le cochon de Gaza

Esa tarde de sábado puse el Netflix y no sabía que ver en el internet. Ya casi no veo televisión, es algo que he ido cambiando con la edad. Cuando estaba en el colegio, recuerdo que conocía de memoria la programación de televisión.

Ahora no es igual. De pronto veo series de policías, pero ya no les sigo la pista ni el horario. La vida se ocupa de ocuparlo a uno. Y esa tarde vi esta película: Le cochon de Gaza (2013) dirigida por Sylvain Estibal, la película muestra las similitudes y diferencias entre dos civilizaciones: Israel y Palestina. Cómo a pesar de estar separados por una franja imaginaria, el hambre, orgullo, discriminación y el abuso de poder es el mismo.




Mi abuelo materno tenía un carácter difícil. Era serio, lejano, como Jafar, el personaje principal. Hubo un tiempo que estuvo viviendo con nosotros. No movía un solo dedo para servirse el desayuno. Todo había que colocarlo frente a él y comía después de leer el periódico del día. Se levantaba, iba al baño y se recostaba. Estaba enojado con el mundo, con la vejez, con la vida. Cuando supe un poco de su infancia entendí su poca capacidad de manifestar cariño hacia los demás. A lo único que sí le dio todo su amor fue al dinero acumulado y al trabajo.

Las pocas veces que él pudimos hablar sin enojarnos mi abuelo y yo, recuerdo que me llevó a conocer su imprenta. Una imprenta antigua manual que aprendió a usar en el orfanatorio. Con los años, compró una similar que mantuvo en un cuarto improvisado dentro del garaje. Recuerdo que le decía «la nena». El se podía pasar horas limpiando a la nena y todos sus aditamentos, era una belleza ver ése cuadro.

En Le cochon de Gaza, un cerdo se aparece en medio del mar en el barco de un palestino. Para los israelíes y palestinos, un cerdo es un animal impuro y símbolo de mala suerte. Por varias coincidencias y el hambre, el personaje principal, un pescador, decide vender el semen del cerdo a una israelí. Esta película evidencia la pobreza de la población que vive en los alrededores de la franja de Gaza, que es la que debe atravesar para hacer el negocio.





El cerdo se convierte al final en algo importante para el pescador, así como la nena a mi abuelo.
Cuando mi abuelo murió, la nena quedó allí, por varios meses acumulando polvo. Siempre deseé haber aprendido a usarla. Parece que paró en la imprenta de un tío,  espero le den el uso que tanto ella como mi abuelo soñaron darle alguna vez.



domingo, 21 de junio de 2015

Un suspiro

Mi padre tuvo un infarto que no fue mortal, pero si le provocó algunos daños a su corazón.
Había que operarlo y para ello pidieron quince donadores. Fue difícil conseguirlos.
Para donar, llegamos mi novio, un amigo y yo, desde temprano al hospital Roosevelt. Había gente que había llegado desde las cuatro de la mañana y yo, pensé llegar temprano, a las seis y media de la mañana. Ya habían repartido números para los primeros dos grupos.
Mi amigo y novio charlaban. De esas charlas forzadas, incómodas, que te ves obligado a hacer al ver las largas horas de espera que se ven venir.

Mi padre, como mencioné en otras publicaciones, es fanático del cine. En especial de los musicales. Recuerdo que de pequeñas vimos demasiados, quizá. Uno que me pareció exageradamente largo pero que resulta ser una obra de arte es West Side Story. (amor sin barreras)
Si. Es cierto. Tenía doce años y la obertura me pareció eterna, la película en cierto modo me gustó. Pero, ahora veo que debemos situarnos en el contexto de los años en el que fue filmada además de mostrada al público.

Antes se tomaban más tiempo para hacer las cosas. La gente se veía a los rostros cuando hablaban. Si iban a tomar un café, lo hacían sin celular, hacían apuntes en cuadernos. Utilizaban cuadernos de notas. Considero que podemos evaluar cómo era una sociedad al ver las películas de esos años. 

West Side Story, es una película que muestra de modo digerible, dos pandillas rivales, una de puertoriqueños y la otra de irlandeses. Ambos inmigrantes en Nueva York.  Basada en la historia de Romeo y Julieta, trata del amor en tiempos de guerra. Esta película rompió el esquema habitual de los musicales donde todo es perfecto, ése escenario que nos muestran en la pelicula The Truman Show, donde la sociedad perfecta existe bajo la puesta en escena colocada por "otros".

Mientras hacía la cola para donar, vi como la mayoría de personas estaban viendo el celular. Creo que si no hubieran habido celulares, quizá estarían leyendo el periódico, o discutiendo las noticias recientes de política o futbol. Talvéz hablarían de cine. No sé. Creo que la tecnología se nos está yendo de las manos.

En unas horas mi amigo se marchó, no fue aceptado como donador. Problemas de presión arterial. Mi novio pudo donar. Cuando se despidieron, lo hicieron de forma cordial. Yo, me quedé observando el piso de cemento, pensando en qué estaría pensando mi padre en esos momentos. Sé que debería de cortar el cordón umbilical con ellos, mis padres. Pero ahora los veo en el ocaso de su vida y es imposible hacerlo.
Veo ahora la película y lo veo a él. Con sus compañeros del san sebastián. Con los compañeros de Judo, con los compañeros de atletismo. Lo veo cantando

There's a place for us
Somewhere a place for us
Peace and quiet and open air
Wait for us
Somewhere